Un extreballador d’un concessionari de cotxes, i que també tenia un vehicle comprat en la mateixa empresa, va ser acomiadat. Posteriorment, l’exempleat va penjar un missatge molt crític en la pàgina de Facebook del concessionari. El missatge era el següent:
“Puros estafadores, el trato con la gente fatal!
Un consejo no compréis coches aquí y menos pidáis trabajo!
A mí me vendieron un X Y Serie 0… Al poco tiempo un par de meses el embrague
hacia un ruido raro… Fui haber al señor CPL que no sabía ni que contestarme
cuando el coche estaba en garantía…Bien después de varias semanas detrás del
señor CPL para ver qué solución podía darme, decidió coger el coche y decirme
que lo llevaba a M a cambiar el embrague… No se que izo pero al poco tiempo el
embrague volvió hacer exactamente el mismo ruido, vamos que se quedó el coche
en el garaje y me dijo que me había cambiado el embrague… Al poco tiempo, un
par de años y un par de meses justo ya se terminaba la garantía
desgraciadamente…
El coche tubo un problema gravísimo de fábrica, se jodieron pistones, válvulas,
etc., y sólo haciendo el gesto de arrancar sin ni siquiera mover el coche del sitio…
Total que fui al señor CPL que me ayudara con el problema… Estuve tres meses
detrás de el para llegar a una solución y yo sin coche…
Total que como la garantía termino justo 2 meses antes el señor CPL se libró de
poder denunciarle o reclamarle cualquier cosa… Ya cansado de esperar me fui a
la Z y en 15 días tenía el coche arreglado y con el 70% de la reparación pagada
por la Z!!!””.
L’autor del missatge va ser condemnat per difamació a pagar una multa de 300 euros, encar que el concessionari li demanava més de 27.000. Es destaca en la sentència que algunes de les afirmacions es poden considerar falses, com el fet que la reparació del canvi de motor va tenir lloc quatre anys després. I no va aportar cap altra document que justifiqui més reparacions.
Es constata que “el missatge es va publicar un mes després de l’acomiadament disciplinari, circumstància sobre la qual l’home guarda un silenci sepulcral, quan el propi missatge es refereix al fet de no “pedir trabajo” en aquesta empresa”.